Las 3 voces de Artemio Cruz

Ryan Lynch
4 min readJun 13, 2024

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Carlos Fuentes “La Muerte de Artemio Cruz” publicado por Colección Popular

Aquí pongo mis varios apuntes que resumen y analizan la novela titulada “La muerte de Artemio Cruz” (1962) escrita por Carlos Fuentes. El objeto de mi análisis es la forma narrativa que Fuentes utilizó, una tríada de voces que nos revelan como las partes más profundas de su mente van recordando y intentando subsanar su pasado corrumpido.

“La muerte de Artemio Cruz” es un novela que se trata de un hombre mexicano que se forjó con la revolución y se hizo rico por negocio con empresas extranjeras, elevándose a ser un miembro de la oligarquía post-revolucionaria de México, la clase élite. A Fuentes le interesaba que el protagonista fuera un arquetipo de “Chingón” que simboliza lo que ha sido la historia de Mexico. El encarna el mexicano hecho a sí mismo, poderoso, machista que surge de la revolución. A pesar de su éxito, el lector encuentra el anciano de negocios, narrando esta historia desde su lecho de muerte, durante su agonía. En su estado agonizante, del delirio y dolor intenso, se desdobla en tres personas.

Hay un “Yo” que pertenece claramente a propio Cruz y narra el presente que él está despierto y acostado en su lecho de muerte. De verdad, la novela comienza con “Yo despierto” que ya implica su conciencia de su estado agonizante, percibiendo todo el dolor físico. Sigue imponiendo su voluntad sobre la cuera, su esposa y hija que lo distrae su muerte inminente.

Hay una voz de “Tú” que recuerda un pasado narrado en futuro. Es reflexivo, atemporal y tiene la característica de ambiguo. Artemio, por su estado delirante y somnolencia, habla en el futuro a su mismo por una manera determinista (es omnisciente de la trayectoría de su vida). Podría representar el subconsciente — o consciente atenuado (Ordiz Vásquez).

Cruz utiliza el futuro para tratar subsanar un pasada lleno de decisiones mal tomadas, que nos enseñarán su naturaleza emocionalmente entumecida porque solo se preocupaba por poder y riqueza. Es la voz que quiere atenuar el dolor de un pasado lleno de mal desiciones.

Esta voz psicoanalítica se dirige al propio Artemio Cruz pero a veces se extiende a referir al mexicano o al ser humano, en general. Detrás de esto hay otra teoría psicoanalítica: el inconsciente del “TÚ” se divide en inconsciente personal, étnico, y colectivo. El primero son los traumas que se esconden de la conciencia. El segundo, la psicología y realidad de un pueblo. El tercero, “receptáculo común de la humanidad”.

A veces, se plantea a Artemio como unas circunstancias del azar; llegó a donde llegó por casualidad (ideas existencialistas). Otras veces, se resalta la capacidad de elección del individuo (“Tendrás que elegir”). Le de vueltas a la corrupción del personaje. Cruz reflexiona sobre si el destino rigió su vida o fue libre para elegir: “Nadie se enterará, salvo tú, quizá. Que tu existencia será fabricada con todos los hilos del telar, como las vidas de todos los hombres. Que no te faltará, ni te sobrará, una sola oportunidad para hacer de tu vida lo que quieras que sea” (p.49). Como puede observarse por la cita anterior, hay una lucha entre la libertad y la fatalidad. Con el uso del tiempo pasado futuro, la voz señala que a partir de la modernidad ya no hay un destino establecido, las acciones del personaje son presentadas como posibles y no como ocurridas. La voz tiene una perspectiva fatalista para reflexionar sobre el pasado como si se tratara de un mandato o de hechos predestinados a cumplirse.

Al final, Cruz duda la veracidad de su propia narración y confiesa de haber contado una versión subjetiva en su agonía: “Yo no sé… no sé… si él soy yo… si tú fue él… si yo soy los tres […] los tres… moriremos… Tú mueres… has muerto… moriré” (pp. 404–405).

Carlos Fuentes resumió el trama en una entrevista con Joaquín Soler Serrano para la televisión español y dijo lo siguiente sobre la segunda persona, lo de “tú”, que es “…el animo de supervivencia del propio personaje agonizante…”.

Hay un “Él” que por la tercera persona nos cuenta doce distintos momentos formativos de su vida. Son partes desordenas cronológicamente. En el proceso de ascenso material, se ve su degradación como ser humano; pierde valores como el amor o la amistad; se describe su riqueza y se define al personaje por su valor material, pero ha perdido el amor de su familia; es un hombre vacío de afectos.

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Ryan Lynch

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